Empezamos con la manicura francesa limando las uñas. Para este tipo de nail art valen las uñas tanto cuadradas como redondeadas, así que elige la forma que más te guste.
A continuación, retiramos las cutículas. Para hacerlo fácilmente debemos aplicar un producto que las ablande. Si no tienes, puedes meterlas en agua templada y esperar unos minutos. El efecto es el mismo.
Es importante cortarlas ya que así tendremos más superficie de uña y quedará mejor el esmaltado. Se retiran cuando estén blandas y se cortan con cuidado.
La base es imprescindible antes de una manicura de uñas. Protege las uñas y les da fuerza, además de prolongar la duración de la laca. Eso sí, previamente hay que secar las uñas con acetona de cualquier tipo de grasa que puedan tener.
Para la manicura francesa podemos usar lacas normales o esmaltes en gel. Si tenemos las uñas cortas es siempre mejor esmaltes permanentes por su aplicación.
Con la ayuda de un pincel plano, pintamos la zona de uña que queramos marcar en otro color. Si a mano te resulta muy complicado, puedes utilizar papel celo que marque la zona a colorear o guías de manicura francesa que encontrarás fácilmente en establecimientos de belleza.
Tras cualquier manicura de uñas es imprescindible aplicar una capa para que proteja el esmalte. Y si hacemos cualquier tipo de nail art aún más. Además de embellecer el esmalte final, ayuda a que el esmalte no se levante.
Para terminar, te recomendamos que dejes secar bien tus uñas y a continuación hidrates tus manos.
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