Lo mejor es que la raya caiga a la altura de la mitad de tu ceja, y no hace falta que sea perfecta.
Separa tu pelo en dos coletas, dejando un pequeño mechón de pelo suelto en cada una (para después enrollarlo sobre la goma y así disimularla). Asegura cada coleta con una goma de pelo.
Para darle a tu look un aspecto más despejado, cubre con los mechones de pelo la goma, enrollándolos y asegurándolos con una horquilla.
Separa cada una de las coletas en dos secciones.
Comenzamos con la coleta izquierda. Una vez que la hemos dividido en dos, sujetamos un mechón con la mano izquierda y otro con la derecha. Ahora, coge un pequeño mechón de pelo de la parte externa de la sección que tienes en la mano izquierda y llévatelo a la sección de pelo que tienes en la mano derecha, pero introduciéndolo por la parte interna. Repite la misma acción con un pequeño mechón externo de la sección de pelo que tienes en la mano derecha, ahora dirigiéndolo hacia la sección de pelo izquierdo y así sucesivamente hasta completar tu trenza de espiga. ¿No te ha quedado muy claro? Entra en nuestra galería “Cómo hacerte una trenza de espiga”.
Una vez hayas acabado, asegura la trenza con una goma.
Haz la segunda trenza y después, separa ambas con los dedos para que quede un poco más suelta y gruesa.
Enrolla la trenza derecha alrededor de la cabeza y sujétala con una horquilla tanto en la base de cada trenza como en el final.
Repítelo con la trenza izquierda pero asegurate de que el final de la trenza queda por debajo de la trenza derecha.
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